

Death Makes Us All Equal
Episode 7 | 50m 47sVideo has Closed Captions
Lola warns Sara off her investigation, but the journalist is not ready to give up.
Lola warns Sara off her investigation, but the journalist is not ready to give up. She wants to know the truth. Costa tells her how Luis was appointed commissioner and didn't have time for Tachenko's case, so Costa had to solve it alone.
Problems with Closed Captions? Closed Captioning Feedback
Problems with Closed Captions? Closed Captioning Feedback

Death Makes Us All Equal
Episode 7 | 50m 47sVideo has Closed Captions
Lola warns Sara off her investigation, but the journalist is not ready to give up. She wants to know the truth. Costa tells her how Luis was appointed commissioner and didn't have time for Tachenko's case, so Costa had to solve it alone.
Problems with Closed Captions? Closed Captioning Feedback
How to Watch The Room
The Room is available to stream on pbs.org and the free PBS App, available on iPhone, Apple TV, Android TV, Android smartphones, Amazon Fire TV, Amazon Fire Tablet, Roku, Samsung Smart TV, and Vizio.

Discover Mysteries, Romances, & More
Explore our hand-picked collections of PBS dramas to find your new favorite show. Browse our catalog of sweeping historical epics, breathtaking romantic dramas, gripping crime thrillers, cozy family shows, and so much more.Providing Support for PBS.org
Learn Moreabout PBS online sponsorship[Los Sinsong: "Exceso de equipaje"] [música se detiene] [tráfico vehicular] [música de suspenso] - Perdona, necesito una ducha.
- Tranquila.
¿Entrenando para algo?
- Hay que estar en forma, nunca se sabe cuándo vas a tener que echar a correr.
- No pareces de esas.
- ¿De las que corren?
- No, de las que huyen, aunque quizás tengas que hacerlo.
Vas a molestar a mucha gente con ese reportaje, Sara.
- Bueno, eso es que habré hecho bien mi trabajo.
- Tu trabajo... ¿Sabes lo primero que aprendí cuando empecé a trabajar?
Que es imposible ganar todas las batallas.
- Por eso yo me voy a centrar en esta.
- Y te admiro, admiro tu determinación.
- Pero no quiere que le estropee la investigación.
- Pero no quiero que estropees tu carrera.
[risa] Muy considerada, gracias.
No, pero creo que correré el riesgo.
- Y puede que no sea el único.
Eres lista, sabes que te has ganado enemigos.
- Si no quiere nada más, tengo mucho trabajo por delante.
- Pero yo no soy uno de ellos, Sara, no soy tu enemigo.
[pitido electrónico] Sara... sigue entrenando.
[música de misterio] - Quiero una fecha exacta, Ivanka, ¿de acuerdo?
Mírame, ¿febrero o marzo?
- Marzo.
- Marzo.
¿Por qué me dijiste la primera vez que llegaste a España en mayo de 2010?
¿Por qué?
Concéntrate, mírame, por favor.
¿Quién te trajo a España?
- Tachenko.
- Tachenko, ¿qué más?
¿Eh?
Tachenko.
Muy bien.
¿Lo reconocerías si lo vieras?
¿Ah?
¿Sí?
Ah, muy bien, o sea, es mucho más difícil reconocer una cara que recordar una fecha.
¿Tú le reconocerías?
¿Por qué?
- Porque lo recuerdo bien.
- ¿Ah?
¿Sí?
¿Le recuerdas?
¿Por qué?
¿Qué te hizo?
Mírame, ¿qué te hizo?
Mírame, mírame, ¿qué te hizo?
- Me obligaba a trabajar.
- ¿Ah?
¿Sí?
¿Qué hacías?
- Ya lo sabes.
- No, yo no sé, no sé nada yo.
¿Qué es lo que te hacía hacer?
Dímelo.
¡Vamos, dímelo!
¿Qué es lo que te hacía hacer?
- Me acostaba con... Venían, venían hombres a la habitación.
A veces media hora... a veces una hora.
- ¿Y?
¿Disfrutabas con esos hombres?
¿Disfrutabas?
Sí, ¿no?
- Era un infierno.
- No sería tan complicado ni tan duro si te escapaste de él, ¿verdad?
- Tenía que drogarme.
- Ah, ¿te drogabas?
Ah, muy bien, entonces, ¿cómo puedo creer lo que has dicho si te drogabas?
¿Cómo puedo creer en una junkie?
Si los junkies mentís constantemente, ¿cómo puedo creerte?
- Yo no soy una junkie.
- ¿No?
Ahora ya te entiendo, claro que lo entiendo, lo que hacías era prostituirte para pagarte la droga, ¿verdad?
Eso es lo que hacías, como todos los junkies, ¿no?
¿No?
¿Ah?
¿No?
- No.
¿Qué era entonces?
Dime.
¿Ahora vas a culpar a Tachenko de todo?
¿Tachenko tiene la culpa de todo?
¿Sabes que esa es una acusación muy grave?
Esa es tu palabra contra la suya.
Lo sabes, lo sabes.
- Había a otras chicas.
- ¿Y dónde están esas chicas?
Porque no las he visto, ¿dónde están?
¿Cómo se llaman?
¿Dónde están?
¿Dónde están?
Ivanka, mírame.
¿Dónde están?
¡Te estoy diciendo!
¿Dónde están?
[gritando] ¿Dónde están, Ivanka?
- Tienen miedo.
[música de tensión] - Está bien.
[exhalación] Está bien, Ivanka, está bien.
Hey, hey.
- Yo también tengo miedo.
- Ivanka, en el juicio van a ser mucho más duros que yo.
- No sé si puedo hacerlo.
- Sí puedes.
- No sé si quiero hacerlo.
- Estaré contigo.
- ¿Siempre?
Cuando todo esto acabe, ¿estarás a mi lado?
No quiero estar sola.
[música melancólica] - ¿Sabes una cosa?
Hace mucho, mucho tiempo... yo también estuve aquí, pero aquí, aquí mismo, en esta misma habitación como tú.
¿Sabes lo que hacía cuando me sentía solo o tenía miedo?
¿Te lo cuento?
Cogía migas de pan... y las ponía ahí, en la ventana, y al cabo de un rato venían dos o tres gorriones que se posaban en el quicio de la ventana... y ya tenía compañía.
[música melancólica] - [Sara] ¿Era necesario todo eso?
- [Yago] Era mi único testigo para encerrar a Tachenko.
Tenía que ser precavido.
- [Sara] ¿Precavido?
Un poquito paranoico, ¿no?
- [Yago] Cuándo tienes miedo, no te fías ni de ti mismo.
- [Sara] ¿Sabes?
Esta mañana pensaba que me seguían.
No sé si era real o me lo estaba imaginando.
- ¿Aún tienes miedo?
Es normal.
Tu reportaje asustaría a cualquiera.
- Creo que Lola ha intentado convencerme de que no lo emita.
- Ella también tiene miedo.
Tiene miedo por ella y por ti.
- Por ella, dirás.
- Aún estás a tiempo de cambiar de idea, si quieres.
- No, la gente tiene derecho a saber la verdad.
- [Yago] ¿La gente?
- Para eso me estás contando todo esto, ¿no?
- Pero es tu vida la que está en peligro, no la de la gente.
- Yago, por favor, no me tomes por una imbécil.
Eres tú el primero que quieres que salga todo esto a la luz.
- No importa lo que yo quiera, ¿qué quieres tú?
- Lo que quiero es que me sigas contando la investigación.
- Muy bien.
Hice mi trabajo y me puse a esperar.
La gente cree que ser policía es persecuciones y disparos, pero la mayor parte del tiempo es esperar.
Lancé el sedal... y me puse a esperar, esperar a que algo pique.
[pitidos electrónicos] - [Luis] Eso es una mierda... - Luis, por favor, quiero hablar contigo.
- Yago, un minuto, por favor.
- Escúchame, sé por qué hemos estado palos de ciego durante todo este tiempo.
Acompáñame, por favor, ven.
- Si me disculpáis un momento.
Yago, no vuelvas a hacer eso, no puedes interrumpirte así.
- Dejaré de hacerlo si me escuchas.
Escúchame bien, no se dedica a la trata de niñas ya.
- ¿De qué hablas?
- De Tachenko estoy hablando, ¡de Tachenko!
Sabe que le dio problemas en el pasado y ha cambiado de negocio.
- Escucha, tenemos mucho trabajo con él.
- ¿Te acuerdas del retrato robot que le hice?
¿Te acuerdas de este retrato robot que le hice?
Lo han reconocido unos camellos en la plaza de Asunción.
Es él el que les pasa, dicen que no menos de un kilo cada vez.
Lo tenemos, Luis, escúchame, lo tenemos.
Tenemos a Tachenko, podemos cazarlo.
- ¿Sabes qué es esto?
- Por fin.
- Yago, ¿sabes...?
- No tengo ni puta idea de lo que es, dímelo.
- Estos son los casos que tienes pendientes.
Hace un mes, dos chavales robaron una cafetería y mataron a un cliente.
Que hay un testigo que está esperando a que vayas a preguntarle.
Hace dos semanas un asesinato en plena calle entre vías.
Este martes una viuda aparece muerta en su casa con la puerta sin forzar.
- Muy bien, ¿has acabado?
- Sí, he acabado, ¿cuándo vas a acabar tú con Tachenko?
- Esto es importante.
- Escucha, espabila, ¿eh?
Espabila, estás desatendiendo tu trabajo.
- No, perdona, ¡mi trabajo consiste en detener criminales!
- Y no lo estás haciendo, y cuando no haces lo que se te pide, el que da la cara por ti con los de arriba soy yo.
- Y, pues, entonces, coges y me echas fuera.
- Pero ¿qué...?
Yago, soy tu amigo, no voy a despedirte.
- Pues, entonces, ¡me dejas investigar tranquilo y le das toda esta mierda a otro!
- ¡Me la sudan estos casos!
¡Me importas tú!
Eres tú el que me preocupa.
- ¡No te preocupaba tanto cuando tuve que comerme ese expediente de asuntos internos!
¿Verdad?
¡No te preocupaba tanto!
- Sí, ya sé, ya sé que te debo una.
- Me faltan dedos para contar las que me debes.
Dedos me faltan.
- Si sigues así, no voy a poder defenderte más, Yago.
- Te queda bien la corbatita, ¿eh?
Me bastaría con que me dejaras trabajar tranquilo.
Con eso me bastaría, Luis, como antes.
¡Apártate!
[timbre] ¿Qué haces aquí?
- Todavía comes, ¿no?
- Lola, ven.
Quiero enseñarte algo.
- Me lo tomaré como un sí.
- He encontrado a Tachenko.
- He traído vino, ¿me lo abres?
- Se dedica al tráfico de droga, grandes cantidades.
Sé dónde la vende.
- No tienes buena cara, Yago.
- ¿Has escuchado lo que te he dicho?
- ¿Y tú has escuchado lo que te he dicho yo?
- Eres igual que Luis.
- ¿Por qué?
¿Porque me preocupo por ti?
- Estoy haciendo mi trabajo, solo hago eso, mi trabajo.
- Esto no es solo trabajo, Yago.
- Lo sé, pero pensé que tú lo entenderías, Lola, sobre todo tú.
- Quizás no soy como piensas, Yago.
Te he traído pollo, espero que te guste.
- No te vayas, Lola, por favor, no te vayas.
- Mejor te dejo solo, Yago.
- No, no quiero que te vayas.
¿Por qué no me ayudas?
Si damos con Tachenko será bueno para el caso, para los dos, ¿verdad?
¿Cómo llevas la investigación contra Villanueva?
- Indicios, nada más.
- ¿Y por qué no lo hacemos juntos?
Mírame.
Mírame, Lola.
Podemos hacerlo.
Seguimos el rastro del dinero, juntamos las pruebas.
Podemos hacerlo.
- Creo que confías demasiado en nosotros.
- ¿Qué te pasa?
[música de tensión] - No puedo seguir con esto, Yago.
- ¿Con qué?
[música de tensión] - Contigo.
[música dramática] - [Yago] Ni siquiera supe qué decir.
Supongo que no hubiera podido decir nada.
- ¿Y qué tal un... no te vayas, quédate?
- Eso hubiera sido llenar el silencio.
- [Sara] Ni siquiera intentaste arreglarlo con ella.
- No era nuestra relación la que estaba rota.
No, era ella.
Pero yo eso todavía no lo sabía.
Lo único que sabía es que tenía que dar con Tachenko fuera como fuera.
A partir de un momento, me di cuenta de que tenía que dar un paso adelante.
- [Sara] Cambió de aspecto.
- Exacto.
Decidí hacerme pasar por un vendedor de coca recién llegado a la ciudad.
A veces tienes que estar dispuesto a jugarte la vida si quieres seguir avanzando.
A los pocos días, me encontré con un intermediario que me habló de un tipo de aspecto eslavo, grande como un oso, y que quería conocer mi producto.
- Tachenko.
[música de suspenso] - Solo había una forma de comprobarlo.
[música de suspenso] Ya me han registrado.
- [Tachenko] Tranquilo, no es maricón.
[risa] Me suenas, ¿hemos hecho negocios antes?
- No, no lo creo, y espero que este sea el primero de muchos.
- Los españoles sois como los chechenos, tenéis todos misma cara.
- Mañana puedo conseguirte siete kilos de eso que tienes encima de la mesa.
- ¿Por qué has venido solo?
- Perdón.
- [Tachenko] Aquí.
- Hmm.
- Has venido tú solo.
- [Yago] Cierto, sí.
- ¿Por qué?
- Bueno, mis socios no lo tenían muy claro.
Pero yo sí, yo les dije que sí, que me, me fiaba de ti.
[risa] - Mentira, no me conoces y si me conocieras, no confiarías en mí, así que o eres idiota... u ocultas algo.
- Veo que me mintieron.
Sí, los que me dijeron que solo te encontrabas la polla porque la tenías entre las piernas.
- ¿Quién te dijo eso?
- Si me conocieras, sabrías que no pienso decírtelo.
- ¿Y ahora qué?
- ¿Quieres saber por qué vine solo?
Pues, lo hice porque sé que cuando pruebes esa mierda que tienes encima de la mesa y que te acabo de traer, te va a gustar.
Vas a oler el negocio, vas a querer más y no me vas a matar.
- ¿Y si me parece que tu mercadería es una mierda?
- Entonces, me la meto por el culo y me cortas el cuello.
[música de tensión] [inhalación] - 12 kilos, a 30 000 el kilo.
- 32.
Son 32.
- Quiero conocer a tus socios, tráelos mañana.
- Muy bien.
- [Sara] ¿Y le hiciste caso?
- [Yago] Sí, llevé a mis amigos, uno de ellos con muy buena puntería.
- [policía] ¡Alto, policía!
¡Policía!
¡Quieto!
[disparos] - No podía arriesgarme, Yago, ya nos lo hizo una vez.
Qué asco de gente.
- [Judit] Pensé que estarías más alegre.
- No me gusta el exceso de alegría, ya lo sabes.
Te vuelve confiado.
Toma, póntelo.
- ¿No te echas?
- Cuando llevas un rato te acostumbras.
- ¿Cuánto llevas aquí?
Relájate un poco, Yago, no se va a levantar.
Ha caído.
- Está muerto, sí.
Pero hay algo que no... que no encaja.
- Luis me ha pedido que hable contigo.
Está muy preocupado.
- Está muy preocupado con su nuevo cargo, desde luego.
Judit... no estoy seguro de que fuera él.
- Yago, por favor... - No, escúchame, este tipo no se atrevió a cortarle el cuello a ese niño, por eso Luis pudo matarle.
- ¿Y?
- Tachenko... no lo hubiera dudado.
- O sea, que estamos todos equivocados menos tú.
- No sería la primera vez.
- Yago, si sigues alejando a la gente que te quiere ayudar, al final vas a acabar solo.
- Sí, lo sé.
Lola me ha dejado.
- Lo siento.
- [Yago] Creí que no te caía bien.
- Bueno... pero tú sí.
[timbre de teléfono] - Sí.
¿Cuándo?
¿Cómo?
No, no.
Sí, voy para allá ahora mismo, por favor.
Voy para allá.
Tengo que dejarte, Judit.
- ¿Qué ha pasado?
¡Yago!
- [Yago] Te lo cuento luego.
[música dramática] Ivanka, llámame, por favor.
En cuanto escuches el mensaje, llámame.
-¿Qué pasó?
[Yago solloza] ¿Yago?
¿Se asustó?
¿Se asustó y se fue?
-Le fallé.
Eso es lo que pasó, le fallé.
No pude protegerla.
- [Luis] La encontró un vagabundo.
Le dispararon por detrás, seguramente ni se enteró.
- No lo suavices.
- No, no lo hago.
- Sí, lo estás haciendo, no lo hagas.
- Escucha, Yago, el forense ha dicho que por la expresión de su rostro, no sufrió.
Tuvo suerte, Yago.
- ¿Suerte?
- No quiero decir... [suspiro] Ya me entiendes.
[música melancólica] - Lo siento, Ivanka.
Lo siento.
[sollozo] Lo siento.
[música melancólica] Ni un día después y ahí estaba.
En la misma camilla que ese hijo de puta.
Dicen que lo bueno de la muerte es que nos iguala a todos.
A la mierda con la muerte.
- Lo siento.
Siento haberte recordado todo esto.
- Está bien.
Ojalá hubiera sido tan sencillo para mí.
- ¿El qué?
- [Yago] Llorar.
Olvidarlo todo, seguir adelante.
Pero a veces las lágrimas se quedan dentro.
[sollozo] - ¿Cómo conseguiste superarlo?
- Sabía lo que tenía que hacer.
Solo tuve que esperar unos días.
[sollozo] - ¡Ah!
¿Qué va?
[música de intriga] - ¡Vaya detalle!
¿Y las flores?
- Demasiado escolta para un simple camionero, ¿verdad?
- Yo soy un camionero muy querido por mi gente.
- Enhorabuena.
Has conseguido engañar a todo el mundo.
- Si me disculpas, me espera un chuletón del tamaño de tu ego.
- Nadie sabe que eres uno de los criminales más sádicos de toda Europa.
Prostitución de menores, asesinato, narcotráfico, contactos con la policía, con la política.
- Si todo eso fuera verdad, ¿no crees que sería un poco peligroso conocer mis secretos?
- Si lo fuera, claro, ¿verdad?
En realidad eres un simple recadero que trabaja para peces mucho más gordos, ¿verdad?
Alguien que recibe órdenes y las ejecuta como un perrito faldero.
Eso es lo que eres... - Yo no recibo órdenes de nadie, ¿me entiendes?
- ¿Qué pasa?
¿Quieres bailar conmigo o qué?
¿Bailamos?
- ¿Sabes qué pasa?
Que estás aquí muy acompañadito.
[música de tensión] - ¿Y si no recibes órdenes, cómo funciona?
Dímelo, ¿cómo funciona?
¿Te lo piden por favor?
¿Es así?
¿Te dicen: Por favor, mata a Ivanka?
- Así que ojos claros ha muerto.
Qué pena, con lo buena que era su trabajo.
Es lo mejorcito que he visto.
Tú también te la has follado, ¿verdad?
Porque eres íntegro, pero no imbécil.
- ¿A quién se lo encargaste?
- Yo no tengo nada que ver con eso.
- Cuando te interrogué sabías perfectamente que no estaba en el orfanato.
- Un farol.
- Ten los cojones de admitirlo.
- A mí me sobran cojones, pero yo no tengo nada que ver con cada chica que amanece con el cuello cortado.
- Fue un disparo.
- ¿Ves?
No es mi estilo.
- No, tu estilo es bastante más hijo de puta que eso.
[música de tensión] [tono de repique] - Jefa, soy yo.
- [Delacruz] Inspector Costa.
- No pareces muy contenta de oírme, ¿verdad?
- Quería llamarte, Yago, pero no sabía si era un buen momento.
- [Yago] Supongo que me he adelantado.
- Siento mucho lo de la chica, ya me he enterado.
- Quería hacerte una pregunta.
- [Delacruz] Las que quieras.
Ahora tengo todo el tiempo del mundo.
- ¿Por qué recomendaste a Luis para ser tu sucesor?
-[Delacruz] Esa no es la pregunta, Yago.
La pregunta es quién.
¿Quién me recomendó a Luis para que fuese mi sucesor?
Sufrí muchas presiones, Yago.
Me obligaron a irme.
- [Yago] ¿Quién?
- ¿Quién va a ser?
Los de arriba.
Me dieron un montón de excusas de mierda.
Ni siquiera sé de dónde partió la verdadera orden.
Y si quieres que te diga la verdad ni me importa, pero alguien quería ver a Luis de comisario.
- Muy bien y aceptaste sin rechistar.
No es muy propio tuyo.
- Estaba demasiado cansada, Yago, para pelear, pero espero que tú no.
- Muchas gracias por la información.
- [Delacruz] ¿Qué vas a hacer con ella?
- Pelear, jefa.
Pelear.
[música de intriga] ARCHIVO 320/15 EL ARCHIVO ESTÁ CORRUPTO Y DAÑADO EL ARCHIVO ESTÁ CORRUPTO Y DAÑADO JUICIO DE TACHENKO - Súper loco.
Y, y eso, tío, y de repente ahí ya se terminó todo, bajé y... [música de intriga] ¡Hey, Costa!
¿Qué tal, compañero?
¿Qué...?
¿Qué haces?
- Siéntate, Marcos, quiero hablar contigo.
[música de intriga] ¿Cuántos años hace que nos conocemos?
- Pues... no lo sé.
Más o menos ¿qué?
Ocho años.
- Sí, ocho años más o menos, y en ocho años, ¿sabes cuántas veces... he cerrado esa puerta con llave?
- No.
- Ninguna, ninguna vez.
- Eh... Costa, ¿qué quieres de mí?
- ¿Sabes por qué lo he hecho ahora?
Porque de aquí no va a salir nadie hasta que me des el expediente del caso Tachenko.
Marcos, podría interrogarte sutilmente, buscar tus debilidades, leer entre líneas, bla, bla, bla, pero ¿sabes lo que pasa?
Estoy cansado de sutileza.
Estoy harto de ser yo.
No hay cámaras, las he apagado.
Estamos solos, no hay nadie más aquí, y de aquí no va a salir nadie, ¿me entiendes?
[suspiro] - Joder, joder, joder, ¡joder!
[riendo] Joder.
Joder, Costa, no puedo.
No puedo, no puedo darte el expediente, no puedo dártelo.
- ¿Y por eso dañaste el archivo?
Hace ocho años, cuando te conocí, pensé: Ese tipo... va a ser un buen policía.
Es un buen hombre.
¿Crees que lo has conseguido?
¿Ser un buen policía?
- Bueno... Me gusta pensar que sí.
- Pues, entonces, dame la copia de seguridad.
Dámela, Marcos, porque si no, vas a dejar de serlo.
Ni policía ni hombre.
Solo vas a ser un recuerdo.
A veces hay que cambiar de estrategia.
- ¿Y tu estrategia era intimidar a un compañero?
- Ya sabes, el fin... justifica los medios.
- [Sara] Ya, claro.
¿Conseguiste el expediente?
- Aunque ese no era mi fin.
- ¿Cuál era?
- [Luis] ¿Me estabas buscando?
- Siéntate.
[música de intriga] - ¿No había otro sitio mejor para hablar?
- ¿No te gusta la sala?
- Solo cuando estoy de ese lado.
- [Sara] ¿Por qué está nervioso?
- La pregunta no es por qué está nervioso.
La pregunta es por qué intenta disimularlo.
- Bueno, tú dirás.
- Voy a dejar el cuerpo.
Al menos por un tiempo.
- ¿Qué...?
¿Qué pasa?
¿Qué estás diciendo?
- Sí, voy a retirarme, unos meses, no sé, quizá algo más.
No lo sé, ya veremos después.
- ¿Estás seguro?
- Tenías razón, lo de Tachenko...
Lo de Tachenko me ha consumido y... necesito alejarme de todo.
Porque si no voy a acabar perdiendo la cabeza y a la gente que quiero.
- ¡No digas gilipolleces!
¿Eh?
- A mí no me vas a perder nunca.
- No, gracias.
También quería darte las gracias por eso, por no haberme enviado la mierda antes.
- Si te digo la verdad, creo que es una buena idea, al menos por un tiempo.
- ¿Eso crees?
- [Sara] ¿Era en serio?
¿Pensabas dejar el trabajo?
- No, solo quería ponerlo a prueba.
- Pues, yo creo que se lo ha tomado bastante bien, ¿hmm?
- [Yago] Demasiado bien.
Voy a echarte de menos.
- Yo no, idiota.
[risa] - ¿Podrías hacerme un favor?
¿Podrías llevarle flores a Marga?
No te importa, ¿verdad?
Yo voy a estar un tiempo que no voy a poder ir a visitarla.
Espero que no te moleste.
- No, no, no, seguro.
Sé lo que significaba para ti.
- Lo sabes.
No sé, creo que nunca llegué a presentaros formalmente, ¿verdad?
- Judith me habló de ella.
Me dijo que la conociste cuando eras un chaval solo.
- Todavía tengo pesadillas con su última llamada.
No contesté, ¿te acuerdas?
Estaba contigo en el bar sin batería, ¿recuerdas?
Sueño que... que contesto, pero no es ella la que responde.
- Es duro, Yago.
Es duro no poder despedirse de alguien a quien queremos, ¿no?
- Como estoy haciendo yo ahora contigo.
[risa] [música de tensión] - [Sara] ¿Qué es eso?
- Un extracto del expediente 320/15.
En concreto, el registro de llamadas de Marga.
El penúltimo número es el mío.
El de abajo de todos, el último, es el del comisario Luis Corbalán.
Marga le llamó inmediatamente después de que me saltara el contestador a mí.
[timbre de teléfono] - Discúlpame un momento, anda.
- Hablaron aproximadamente dos minutos.
- ¿A Luis?
- [Yago] Sí.
- ¿Y de qué hablaron?
- No lo sé, pero fuese lo que fuese... [música de intriga] eso fue lo que la mató.
¿Judith te contó algo más de mí?
- ¿Algo más?
- [Yago] De mi pasado.
- Oye, Yago, no sé a qué viene esto.
- Siento que... Joder, después de todo lo que hemos pasado juntos, ¿verdad?
Y es como si no nos conociéramos.
- Bueno, aún nos queda tiempo, ¿no?
- Nunca te hablé del orfanato donde me crié, ¿verdad?
El orfanato donde tenía escondida Ivanka.
- No, nunca.
- Claro que lo conoce.
Había hablado con Judith sobre él y sabía, perfectamente, lo especial que es el orfanato para ti.
- [Yago] Como mínimo le dispararon por la espalda.
No es muy valiente, pero... - Fue lo mejor, Yago.
- Tuvo suerte, ¿verdad?
¿Tú por qué crees que no... le cortaron el cuello como a Marga?
- Compasión.
- [Yago] Extraña respuesta.
Esa es una extraña respuesta.
- ¿A qué te refieres?
- Los asesinos... no tienen compasión.
- Fue él.
- Oye, si quieres, puedo llevarle también flores a Ivanka.
- ¿Perdón?
- Que puedo llevarle flores a Ivanka si quieres.
- Bueno... ¿Me esperas un minuto?
Ahora vuelvo.
[música de tensión] [carraspeo] [exhalación] [música de intriga] [truenos] Nunca creí en la venganza.
De ser así, no me hubiese hecho policía.
[música de intriga] - [Ivanka] ¿Dónde está Yago?
- Viene ahora.
Me dijo que te trajera aquí.
El orfanato ya no es un sitio seguro.
[música dramática] Mira, creo que por ahí viene.
- [Yago] La venganza suele ser desproporcionada e inútil.
Yo no quería vengarme.
Y sé que Ivanka tampoco.
[disparo] Ella hubiera querido hacer justicia.
[música dramática] Por eso... le di a Luis una muerte rápida, la misma que tuvo ella.
[música de tensión] [amartilla] [música de tensión] [chasquido] Mírame.
[disparo] ¿Qué vas a hacer ahora?
[música de tensión] - [Sara] Lo siento mucho.
[suspiro] - Si te echas atrás, lo entenderé.
Si decides seguir adelante... estaré ahí contigo, hagas lo que hagas.
Tú decides.
- Ahora compartimos un secreto.
- Y quiero que se lo cuentes al mundo entero.
[alarma] [música melancólica] - Aún no me has dicho por qué me elegiste a mí.
- Esa no es la pregunta correcta.
- ¿Y cuál es?
- ¿Me equivoqué haciéndolo?
- Supongo que pronto lo sabrás.
- Se nos acabó el tiempo.
Por cierto, ¿has pensado el título para tu documental?
- [locutora] La sala, próximo jueves, estreno del reportaje de investigación que nos contará toda la verdad sobre el policía Yago Costa.
Por primera vez conoceremos en boca de su protagonista cuáles fueron los motivos que le llevaron a cometer uno de los crímenes más mediáticos de los... - Inspector, tienes visita.
- [reportera] ...estreno en exclusiva.
[alarma] [música de intriga] - Hola, Yago.
[música de intriga]
Support for PBS provided by: